‘Bebiendo, fumaaaaando y SIN PARAR DE REÍÍÍÍÍR…’, espero que hayas pasado estas Fiestas.
Hace ya un tiempito del último post del 2013 (sí, aquel que ‘
contenía premio’…), y aunque reconozco haber echado de menos este rincón de
patrimonio virtual que hemos creado todos juntos, las vacaciones blogueras me han venido de fábula.
Lo más cerca que he estado del blog fue en una miniescapada navideña a un
Palacio del s. XVII rehabilitado en hotel, un hotel que tiene más que merecido pasar a engrosar la lista de
hoteles chulos que desde los inicios del blog vengo recomendándote (ojo, que no todos en los que me he alojado tienen la suerte de salir, eh?).
Entre montes y rodeado de caseríos dispersos encontré un hotel très chic… y que pese a su situación geográfica está en las antípodas de los agroturismos, de las casas rurales y del típico ‘hotel con encanto’. Patrimonio y confort, en el interior de Guipúzcoa.
El paraje en el que se enclava
Iriarte Jauregia Hotel es brutal. En lo alto del pueblo de Bidania, y en el entorno de la tranquilidad del monte Ernio. No en vano, esta zona es conocida como
‘El Balcón de Gipuzkoa’.
Llegué al Iriarte Jauregia Hotel al atardecer, por lo que tuve la suerte de descubrir el edificio adornado por un vistoso juego de luces. Mágico. Del mismo modo que ‘por la noche todos los gatos son pardos’, ‘por la noche todas las restauraciones son buenas’. Con esto vengo a decir que al día siguiente, a plena luz del día (aunque, curiosamente, viendo las fotos no me desagrada tanto -y es que la fachada ha salido beneficiada por mi abuso del filtro en el retoque, oiga-) descubriría una fachada ‘restaurada en exceso’ y carente de esa pátina resultante de 300 años de historia que hubiera potenciado el contraste entre pasado y presente. Pero nada que no se pueda compensar con la rotundidad del edificio en sí, con semejantes vistas, con su jardín y sus árboles centenarios.
FUSIÓN DE HISTORIA Y CONTEMPORANEIDAD
Por el contrario, la rehabilitación interior y la resolución del programa hotelero me parece espectacular. El proyecto es obra del estudio de arquitectura de Luis Azketa. La acertada decoración, ambientando uno a uno cada lugar del hotel ha corrido a cargo de Becara y de los propios dueños, Iban Muñoa (cuyo abuelo, tras emigrar de Argentina compró este Palacio) y Lorena Arco, combinando muebles heredados y obras de arte propias con piezas contemporáneas.
El atrio, hospitalario y elegante, nos descubre el
tipo arquitectónico del edificio (parte original, parte historicista) además de servir para la distribución de los distintos espacios de la planta baja: recepción, bar, biblioteca, ascensor, escalera y el restaurante. Donde, por la mañana te darán los buenos días con zumo recién exprimido y café hecho al momento. El resto es un desayuno bufet variado de calidad.


19 HABITACIONES, A CADA CUAL MEJOR
Porque está muy bien, como es el caso, que las zonas comunes sean acogedoras, no en vano, es la primera imagen que te llevas al entrar en el hotel, pero donde de verdad un hotel debe estar a la altura es en la habitación. Y ésta… ¡lo
estuvo!

Espaciosa, con ropa de cama en tonos claros (llámame exagerada, pero yo he renunciado a reservar en hotelazos por color/aspecto de la ropa de cama -cada loca con su tema-), un colchón comodísimo, almohadas variadas, iluminación suave, estructura de madera vista, paredes blancas, bañera, muebles de estilo industrial
vintage…
Y un
room service con una carta con productos de temporada especialmente diseñada para los que quieren disfrutar de la habitación al 100 %.

EN PLENA NATURALEZA, EXPRÍMELA
San Sebastián está a escasa media hora de aquí, pero yo te recomiendo que exprimas la zona, ya que ofrece multitud de actividades relacionadas con la naturaleza. Por ejemplo, yo me animé a hacer una aventurera ruta en mountain bike (basqueadventure.com) que me recomendaron en recepción.Pero si lo que quieres es seguir disfrutando del patrimonio del bueno, a un cuarto de hora se encuentra la Basílica de San Ignacio de Loiola (Azpeitia), un lugar brutal por su misticismo y por su arquitectura.
Creo que en este punto ya has podido comprender porqué
Iriarte Jauregia Hotel forma parte de los
hoteles chulos by reharq y porqué podría ser un hotel ideal en tu próxima escapada por tierras guipuzcoanas. Y si no es tu intención acercarte próximamente por el País Vasco, espero que el post haya servido para hacerte disfrutar del patrimonio en su versión más lúdica-turística. O, si como yo, tienes esta zona ‘a tiro de piedra’ y aún no la conocías, te ¡animo a descubrirla!
¡Hasta la semana que
viene, con más patrimonio del bueno!
¡Y, por cierto, que tu 2014 sea espectacular!
🙂
Fotos por reharq* en diciembre de 2013.
Maravilloso lugar. Viví un año en Urrestilla, y siempre me encantaba ir a Bidania. Cerca de Bidania, en dirección a Tolosa, había un caserío donde hacían unas potxas maravillosas
Hola Ramuntcho! Pues con este dato de las alubias que nos acabas de dar, ya tenemos el plan patrimonio-naturaleza-gastronómico completo! 😉
Gracias por animarte a comentar!
Libe 🙂
Que ganas de coger el coche y aparecer en este fantástico lugar. Apuntado para el siguiente viaje. Gracias y Feliz Año
Feliz Año, Marieta!
Merece muchísimo la pena, tanto el hotel en sí como el paraje. Te ibas a hinchar a sacar fotos con tus cámaras analógicas!
🙂