Podríamos decir que el hotel chulo:
Parador de Cuenca que inaugura el año en reharq* es del tipo ‘A vivir que son dos días’ o ‘Uy, es muy caro, pídeselo a los Reyes’. Así que, querido Baltasar, déjate de pijamas, libros y patrullas caninas. Pásate al lado disfrutón del #patrimoniodelbueno, para 2018 queremos regalitos de este nivel.
Llegamos al parador de noche, con esa cosa especial que le da la luna a todo. Fantásticas las vistas desde nuestra habita con una cuidada iluminación monumental. Por la mañana, el sol descubrió una ciudad muy modernuqui. ¡Y yo que tenía otra imagen de Cuenca!
DE ARTE Y DE PUENTES VERTIGINOSOS.
Pues del mismo modo que desconocía que Cuenca era una ciudad de referencia en arte abstracto y resort de pintores, escritores y cineastas, tampoco sabía del peculiar enclave geográfico de ‘la ciudad antigua’: un cerro rocoso bordeado por las hoces del río Júcar al norte y su afluente el Huécar al sur.
Junto al parador, el Puente de San Pablo nos lleva al ‘barrio nuevo’ mientras nos acercamos a las
Casas Colgadas (que no ‘colgantes’). En una de ellas, en la Casa del Rey, se encuentra uno de esos brochazos de color que inunda la
ciudad: el Museo de Arte Abstracto gestionado por la
Fundación Juan March. En 1996, esta tradición artística sumada a su rica arquitectura convirtieron a Cuenca en
Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
EL PUENTE DE SAN PABLO EN CUENCA
Desde que lo que me falta es tiempo para organizar mis viajes de ocio, me he hecho asidua a las visitas guidas. En esta ocasión, improvisé esa misma mañana (con mucho acierto) un tour con
Cuenca Viajes quienes nos ofrecieron un amplio periplo por la ciudad. De todas las historias escuchadas, mi favorita fue la del
Puente de San Pablo.
Hacia 1533 Juan del Pozo, el canónigo de la Catedral, inicia la construcción del convento de San Pablo (Parador de Turismo desde 1993) y del puente de piedra, obras que comenzaron al mismo tiempo pero que en el caso del puente, dada su complejidad y la falta de fondos puntuales, se prolongó durante unos 55 años (35 años más que el edificio). El puente ‘acercaba’ el convento y los seminaristas a la ciudad, al tiempo que se concedía “paso gratuito a los conquenses”.
Sin embargo, el hundimiento progresivo de las pilas (gracias, Nerea 😉 fue provocando la rotura sucesiva de los arcos. El puente de piedra se viene abajo parcialmente, en la parte más alejada del convento, en 1786 y aunque en 1788 fue reparado por el arquitecto Mateo López, no se logra impedir el desmoronamiento del segundo arco. Finalmente, en 1895 se toma la decisión de demoler el puente en su totalidad.
Cuentan que la cantidad de dinamita necesaria para su derribo fue ingente… y que tras la primera carga, tan solo cedieron dos arcos mientras que el resto del puente seguía en perfecto estado… Oye, que lo mismo la arquitectura del hierro se había puesto de moda y aprovechando la coyuntura… 😉
En este punto presto atención extra a la guía quien nos cuenta que los vecinos montaron una
campaña en defensa de la reparación y conservación del puente de piedra. Estamos hablando de una iniciativa popular a favor del patrimonio de finales del siglo XIX. Maravilloso. Siempre quedará la duda del destino del puente de piedra de haber existido en los años 80 el alcance de
change.org… 😉
Pasaron los años y fue el Obispo
Wenceslao Sangüesa y el Seminario Conciliar de San Julián los que toman la
decisión de poner los fondos para construir un nuevo puente San Pablo. El
actual nuevo puente es metálico y de madera. Empezaron sus obras en 1902,
proyectadas por el ingeniero de caminos
valenciano José María Fuster y Tomás, y erigido por George H. Bartle, cuya
fundición, también valenciana, contaba con gran renombre por aquella época,
quedando inaugurado el 19 de abril de 1903. El puente presenta 60 m de
longitud, elevado 40 m se apoya en los pilares de arranque de sillería del
puente anterior así como en un puntal central
de hierro, tal y como apunta el profesor y amigo de reharq*
Víctor Yepes.
Desde esa perspectiva que nos da la distancia hay un hecho que hoy resulta hasta chistoso. Dos meses antes de la inauguración del ‘nuevo puente’, un ciclón arrasó la inacabada estructura, que hubo que rehacer a marchas forzadas para cumplir con los plazos previstos (fin en abril de 1903). Con todo ello, este puente de hierro acumula más de un siglo de vida.
UN CONVENTO 5 ESTRELLAS
Después de una desastrosa primera vez en un parador donde confundían viejo con auténtico y sucio con pátina histórica, le di una oportunidad al de Cuenca.
Cuando llegó la hora de dejar la habitación pensé: ‘¿y si me quedo aquí a vivir?‘. Vivir en un convento (pero con un servicio de recepción amabilísimo disponible las 24 horas), con un claustro repleto de cipreses al son de una fuente, desayunando en el atrio, con sus largos pasillos, su confortable cama, su enorme y moderno baño. Ah! Y el morteruelo y el alajú del restaurante en el refectorio, el mismo lugar donde comían los monjes . ¿TE IMAGINAS?
HABLANDO DE SUS MAJESTADES LOS REYES…
No resultará extraño si digo que vengo de una familia donde jugábamos al ‘Trivial de mayores’ siendo bien pequeños. En esta línea, unas Navidades, los de Oriente ‘nos echaron’ un juego de mesa que era high tech ochentero: dos bolígrafos unidos por un cable al que se le iluminaba una bombilla si la respuesta era correcta. Gracias al Sábitor ¡aprendimos que las ‘Casas Colgadas’ estaban en Cuenca! 😉
P. D1.:
Post dedicado a los ingenieros de caminos que disfrutan con reharq*. ¡Gracias, me consta que sois muchos!
P. D3. : Sí, Sis. Parece que era /Sábitor/ y no /Sabitór/… 😉 Vadeaquípalláinspectorgachet XD
Me han hablado maravillas de ese parador!
Y seguro que todas eran ciertas. MA-RA-VI-LLO-SO!
MARAVILLO-SÍSIMO diría yo. He ido varias veces pero nunca olvidaré la primera, con seis años…
Ay, por favor… Para una niña rubia de 6 años corretear por ese atrio con suelo de ajedrez debe ser la más parecido a 'Alicia en el páis de las Maravillas'… 😉
Además de la exquisita rehabilitación del edificio, su adaptación al uso hotelero (con lo que ello implica en estándares de confort) es respetuosa y acertada.
Gracias por el comentario. 😉
Genial, Libe, como siempre. ¡Cuenca existe!
El Museo de Arte Abstracto fue un lugar de culto de la progresía en los años previos a la muerte de Franco y al principio de la transición. Peregrinábamos allí en busca de obra gráfica de los pintores que molaban: Grupo El Paso etc. El museo editaba a buen precio. Comprar serigrafías era antifranquista ¡Qué tiempos!
Hola!
Preparando el post he leído correrías de todos los tipos desarrolladas en Cuenca. Siempre con arte mediante. La tuya me ha gustado especialmente pues eso lo podría haber hecho yo! 😉
Serigrafías 'prohibidas'. Ay si Francisco hubiera conocido los mundos 'del internet' qué hubiera hecho entonces 😉 Los tiempos cambian y el mundo evoluciona a velocidades vertiginosas…
Gracias por el comentario y tus palabras, Carlos.
Me alegra que hayas disfrutado esta magnífica ciudad. Cuenca bien merece visitarla.
Muchísimo, Marian.
La visité en diciembre del 2015, en el Puente de la Constitución. La visité yo… y otras miles de personas porque estaba repleta de viajeros.
Pero el día era soleado, descansar en el Parador fue revitalizador, se respiraba aire vacacional en el ambiente, las Navidades estaban a la vuelta y Cuenca nos dio mucho más de los que esperábamos.
🙂
Es una auténtica pasada Cuenca, Patrimonio del bueno y arte contemporáneo, quién da más??
Y, además, lo tenéis a tiro de piedra de Madrid.
Sin lugar a dudas una combinación de lo más disfrutona.
Fuerte abrazo, Carmen!
Enhorabuena Libe.
Has transmitido de manera extraordinaria las maravillas de una ciudad en la que tenido oportunidad vivir parte de mi vida, estudiar y hacer grandes amistades. En la Politécnica Cuenca nos hablaron de criterios de intervención paseando por el Puente de San Pablo o la fachada neogótica de su Catedral. Las hoces de los ríos Jucar y Huecar… los dibujos de las plazuelas y fachadas del casco antiguo en pleno invierno… o pasear por el casco antiguo entre bar y bar del Castillo. Sin hablar de las impresionantes vistas de los miradores del Cerro del Socorro y el Cerro de las antenas…. ¡¡Y eso sin bajar del casco antiguo!!, como me ponga a comentar historietas de la ciudad en general y de la provincia me falta Facebook. Gracias Libe.
Nada que agradecer, la suerte es mía por tener con quien compartir #patrimoniodelbueno.
A ti te falta Facebook para hablar de todas las lindezas conquenses y a mí me faltaron días… Por lo que he de volver!
El post en tu línea, muy bueno… pero tengo una curiosidad insana: cual fue ese primer parador donde confundían suciedad con pátina del tiempo…??#esparaunaamiga
Dile a tu amiga que fue el de Mérida, hace como 10 años. Además, coincidió que había una boda y se palpaba el desbordamiento… Sé que cambiaron a director y que la cosa mejoró…
También he estado en el de Lorca y muy bien. Sí que es verdad que en este caso el edificio es nuevo pero sobre y rodeado de patrimonio.
#holiamigadeHelena