Paladar ‘La Guarida’, el restaurante de La Habana
No se trata de un edificio monumental, ni es especialmente conocido por su arquitectura, ni tan siquiera se encuentra 100% restaurado…. Pero a través de él puede leerse la historia más reciente de La Habana:
– la arquitectura palaciega nos habla de sus años gloriosos
– las familias que lo habitan, sacando partido de esos espacios tan reducidos con las barbacoas (entreplantas), nos muestran La Habana más actual
– y finalmente, el restaurante ‘La Guarida’ de nivel medio-alto que ocupa la planta tercera, huele a futuro y prosperidad.
Así, se embarcaron en esta fantástica aventura, y decidieron transformar su casa en una Paladar (que es como se conocen los restaurantes privados), inaugurando ‘La Guarida’ el 14 de Julio de 1996.
Con la sensación de relax-felicidad que sentía tras mi ponencia en la XI Jornadas de Arquitectura Vernácula, pasear por La Habana fue aún más sensacional. Esa tarde, junto con Javier y Lucía, recorrimos gran parte de Centro Habana en bicitaxi (menos mal que soy peso pluma…) destino ‘La Guarida’.
Al llegar, fue como si estuviéramos en un set de fotografía a escala 1/1: la luz era perfecta, cada rincón contaba una historia, el restaurante estaba recogido y sin clientes… así que nos pusimos las botas cámara en ristre. Mención especial a Lucía (una de las compañeras de esta aventura habanera y, hoy, amiga) por retratarme inmersa en mi recorrido fotográfico.
UN EDIFICIO LLENO DE HISTORIA DE LA BUENA, desde 1913
Chapó. (Hoy he descubierto que la RAE recoge esta adaptación del término francés… ^__^)
Para llevar a cabo esos tres propósitos contaron con el estudio cubano h[r]g_arquitectura, coordinado por el arquitecto Orlando Inclán Castañeda. La evolución de sus trabajos se puede ver en la exposición ‘Estados de ánimo’ situada a lo largo del pasillo, donde también se muestra (y se expresa) la intención de los dueños por cuidar y difundir el patrimonio.
Comentan el esfuerzo que está haciendo la Oficina del Historiador de La Habana (coorganizador de las Jornadas Técnicas de la Cátedra Gonzalo de Cárdenas de Arquitectura Vernácula), y recalcan la importancia, dentro de las posibilidades de cada uno (parte de los ingresos son invertidos en el inmueble), por restaurar y mejorar el rico patrimonio cubano. La exposición está acompañada por una maqueta y por los planos del proyecto de ejecución, de estados patológicos y de acondicionamiento del restaurante.
ARQUITECTURA CON REMINICENCIAS FRANCESAS Y ESTADOUNIDENSES
El lujo y el esplendor del edificio puede leerse a través de sus acabados y detalles: las vidrieras, los pavimentos de mármol e hidráulicos (de los que ya sabéis que soy muy fan), la exquisitez de los trabajos de escayola, la ejecución de las carpinterías… Pero donde realmente yo caí con todo el equipo, fue en sus escaleras.
Por un lado, ‘la principal’ que no solo articula el espacio sino que forma parte de la escenografía del edificio. Su pasamanos y escalones de mármol de Carrara y su decoración escultórica (en la actualidad algo mutilada la pobre…) dicen mucho de la majestuosidad del edificio en sus inicios. Por otro lado, la escalera ‘de servicio’ que comunica la planta baja con la terraza, es más esbelta, menos robusta pero igualmente elegante.
PERO NO TODO VA A SER ARQUITECTURA, HABLEMOS DEL MENÚ:
La paladar La Guarida es un lugar 100% auténtico, desde su ecléctica decoración, su vajilla vintage (pero vintage de verdad), sus medias luces de candelabro que contrastan con la magnificencia de sus lámparas antiguas… Una decoración kitsch hecha con los propios retazos de la historia de Cuba. La Guarida es uno de esos establecimientos que cuelga en sus paredes los retratos de aquellos famosos que allí degustaron su magnífica oferta gastronómica, entre ellos se cuentan personas tan dispares como Beyoncé o la todavía Reina.
La noche del 28 de marzo, todo el grupo pasó una velada fantástica en La Guarida, y es que ese lugar no hace más que sumar historias: lo mismo fue la vivienda y consulta del cirujano Loredo, que albergó fiestones cuando era conocida como la ‘mansión Camagüey’, que sirvió como colofón a las Jornadas… 😉
El edificio fascina más allá de por su arquitectura por quienes le están manteniendo con vida y el esfuerzo que están realizando por conservar este inmueble patrimonial rebosante de magia.
Libe
ai que bien un sábado por la mañana viajar del sofá a la habana 😉
mary
Una maravilla La Habana y Cuba, quien no ha parado en un paladar (Bueno o malo)???