Desde hace cinco años (los mismos que hace que ya no vivo en San Sebastián) tengo la BUENA costumbre de iniciar mis vacaciones de verano comiendo un rodaballo a la brasa en Getaria (Gipuzkoa). Y en uno de ésos 1 de agosto, aproveché para visitar el Museo Balenciaga.
El caso es que he pasado un buen rato entretenidísima leyendo sobre Cristóbal Balenciaga (1895-1972). Hay personalidades que sólo trasmiten genialidad, y yo confieso haber caído hoy embelesada por la de este modisto del que mucho había oído hablar y del que, hasta hoy, no me había puesto a leer con detenimiento (y admiración). Casualidad (o no), descubro con agrado que hoy 21 de Enero, hubiera sido su cumpleaños. Así que sirva este modesto post, en forma de regalo de cumple.
Después de la sensación tan BUENA que me ha dejado redescubrir a este gran genio pasaré por alto los turbios asuntos presupuestarios, arquitectónicos, amorosos, políticos, judiciales en el que se ha visto envuelto el proyecto del Museo Balenciaga desde sus inicios… y daré paso a un post haciendo, como es habitual en este blog, especial énfasis en su relación con la arquitectura preexistente.

VALOR HISTÓRICO y SENTIMENTAL: PALACIO ALDAMAR.
El Palacio Aldamar (s. XIX) fue la antigua residencia de los marqueses de Casa Torre, abuelos de la reina Fabiola de Bélgica, y donde un jovencísimo Balenciaga se inició en la costura (hijo de modista), motivo éste por el cual el museo se asienta en este lugar.
Así como en el alzado principal, se enfatiza el Palacio Aldamar mediante el contraste entre éste con el plano oscuro, neutral y de chapa recortada que contiene la puerta de acceso al museo; en el interior la presencia del Palacio se diluye.
Parece que no se le ha dado importancia al
sentimentalismo y a la historia que alberga este Palacio, al que le han relegado la función de ‘exposiciones temporales’ (además de una breve planta acerca de la
vida de Balenciaga)…
El expositivo no es el mejor uso para un edificio de estas características, convirtiendo sus espacios interiores en ‘unas salas del montón’, muy lejos del potencial del Palacio. Más aún cuando hay taaaaaaaaaanto volumen vacío en el nuevo edificio. Quizás, lo suyo hubiera sido dedicar la totalidad del Palacio Aldamar a la ‘esencia’ del proyecto: a Balenciaga.
La unión, en el interior, entre el
Palacio Aldamar y el nuevo edificio se hace mediante una ‘
grieta’
(como le llaman sus autores) que, ayudada por un plano inclinado nos invita a entrar el Palacio. Pero una vez dentro, su interior, exceptuando la planta baja, ya no te atrapa.
ELEGANCIA A GOGÓ
Tal y como muestra el plano de recorrido, en este gran espacio serpenteante se suspenden tres volúmenes que albergan las salas de
exposición permanente: inicios, día, cóctel, noche, novias y Balenciaga esencial.

He de decir que la puesta en escena en estas 6 salas es acertadísima, cada una con una atmósfera diferente que únicamente busca realzar el carácter de lo importante: los trajes. Se agradece observar las prendas como si de una persona que las llevase se tratara (no están sobre plintos) y, pese a la luz tenue, se aprecian los tejidos, se distinguen las texturas… se disfruta de la
elegancia de esas prendas atemporales.



UN ATRIO TALLA XXXXL.
Se percibe en cuanto te adentras en esa especie de serpiente de vidrio y metal y comienzas la visita: demasiado espacio para tan poca área expositiva.
Esto puede ser consecuencia de que el Museo Balenciaga fue un proyecto volumétrico de Julián Argilagos, que finalmente fue acabado (fachada frontal y posterior, interiorismo y museografía -junto a K6 Gestión Cultural-) por AV62arquitectos. Al final, el segundo se encontró con lo que se encontró: un despilfarro de diseño, superficie y material en su proyecto inical. Y un despilfarro en cuanto a mantenimiento en la actualidad; de hecho este 2014 el Museo ha reducido su horario de apertura para recortar en gastos.
Lo que sí es una auténtica delicia es recorrer este atrio manteniendo la visual con el Palacio en las últimas horas de sol del día.

Una vez visitado el Palacio Aldamar y las seis salas de exposición permanente, llegaremos al atrio ocupado por la tienda, el espacio polivalente y la cafetería. Si hay algo que me gusta de los museos son, por orden, la tienda y la cafetería. En la primera pasé un agradable rato salseando (o chafardeando, que dicen los catalanes). Y la segunda, estaba cerrada. Mi gozo en un pozo.
Nada que no se pueda solucionar yendo de nuevo al pueblo, tomando unos pintxos y viendo atardecer en el puerto. Y es que Getaria, con Museo o sin él, es un lugar que no te debes perder.

¿Has estado en el Museo Balenciaga? ¿Percibiste el valor histórico y sentimental del Palacio o son sólo ‘cosas mías’? ¿Crees también que la escala del atrio es desmesurada en relación con el área destinada a exposición? ¿También te chifla Getaria tanto como a mí?
No te pierdas tampoco la Iglesia gótica de San Salvador, el estudio de los restos arqueológicos de la Casa Torre de Zarautz, los monumentos a Juan Sebastián Elcano… 😉
Me despido hasta la próxima semana,
no sin antes agradecerte la buena acogida del último post. GRACIAS por ser la gasolina de este proyecto de ‘Di(ver)fusión de Patrimonio’.
En reharq* no practico ni creo en ‘el corta-pega’. Valoro los trabajos de investigación, las fotografías y las opiniones de los demás como si fueran las mías. Por eso siempre, nombraré y recomendaré la fuente, en el caso de que me base en material que no sea de mi propia autoría. ¡Haz tú lo mismo si tomas contenidos de este blog! 🙂
¿TE HA GUSTADO? ¡COMPÁRTELO!
Elena Aizpitarte, bailarina de ballet y modelo de pintura, fue también costurera de Balenziaga (durante 11 años). En la época que Balerdi y ella eran pareja visitaban a Uruñuela ( sí, el bailarin al que se le conmemora en el Conservatorio de Gasteiz) y /o a ver ensayar a Nicanor Zabaleta. El Palacio bien aprovechado, y sin permitir enredos políticos, hubiera bastado. El sentimentalismo hace Museo.
Si es que ya lo he dicho, Balenciaga y aquella época están rodeados de historias bellísimas…
'El sentimentalismo hace Museo', 100 % de acuerdo.
Gracias por esta tan buena aportación, Ramuntcho! 🙂
Estás en todas chicaaa!
Me ha recordado un poco al "Museu del Tèxtil i de la Indumentària de Barcelona" que sita en el Palau de Pedralbes. Como tu dices, si quieres "xafardear" un poquito, te dejo el link en wikipedia: http://ca.wikipedia.org/wiki/Museu_T%C3%A8xtil_i_d'Indument%C3%A0ria
Dicho esto y con googleada incluida… parece que está en proceso de traslado al HUB, que decepción patrimonial… http://www.museudeldisseny.cat/museus/museu-textil-i-dindumentaria
Mary
Vengo de 'xafardar' un rato por los enlaces que me has facilitado. Que trasladen el Museo al HUB… bien. Siempre y cuando el Palau Pedralbes no se quede 'muerto de la risa', o en este caso, 'muerto por el desuso'.
Gracias Mary por darnos a conocer estos ejemplos!
Abrazos viajeros hasta Barcelona! 😉
Tienes Libe, ojos de arquitecta para las fotos y para los comentarios. Me gusta leerte porque me aportas otro punto de vista. Conozco Guetaria pero no el museo sobre el que oído decir que tiene excelentes guías pese a lo escaso de la colección. Eso es lo que me ha llegado. Y ahora tu post. Un abrazo fuerte.
Gracias Pilar, me encanta que 'te guste leerme'.
Yo no hice la visita guiada, así que no puedo darte mi opinión. Sí que es verdad que es un museo que se puede recorrer bien por libre (hay poquita cosa expuesta) y todo está muy bien explicado mediante paneles, textos, murales, vídeos…
Seguro que a patrimonioparajovenes.com esta visita le chiflaría!
Gracias por pasarte por aquí, Pilar.
Un abrazo!
🙂
Quizá un poco sobredimensionados los espacios si como bien dices el palacio ha quedado relegado a un segundo plano.
Pero me gusta bastante, (sin ser entendido en moda) creo que marca la trayectoria en la vida del diseñador uniendo sus orígenes a su desarrollo profesional e innovación de la alta costura que le dio su fama. Un museo muy "chic" con espacios elegantes, llamativos y un poco incompresibles para mi. Pero al fin y al cabo es como la alta costura, que tampoco llego a comprenderla, pero si me llama la atención y me produce sensaciones.
Pero lo mejor sin duda el reflejo del palacio en el muro cortina y el paisaje!
Gracias por acercarnos estos lugares!!
La museografía es muy buena, pena que el nuevo edificio esté tan sobredimensionado (para su contenido) y que le haga sombra al Palacio.
Aún así, la colección es de visita obligada.
Me ha gustado tu visión sobre la alta costura y la arquitectura.
Y, de nada, David, me ENCANTA acercaros estos lugares! 🙂
Gracias a ti.
Libe, enhorabuena por el post y sobre todo tus fotos. Yo también visité el museo hace ya tiempo, recién inaugurado y pensé que el vacío que se respira allí se debía a que estaba sin terminar la exposición o algo así, pero veo que no.
Me gustó mucho, a pesar de ello la colección de diseños expuesta, pero es que ya me gustaba antes de conocer el museo.
Guetaria es precioso, y yo me quedo con esas cigalitas rebozadas que preparan junto al puerto… qué rico sabe todo allí!
Un abrazo
Hola Eva!
Lo de Getaria, y su gastronomía, es punto y aparte.
La localización del Museo es brutal, y Balenciaga un genio que acabo de redescubrir.
Por cierto, Julio Medem va a dirigir un biopic sobre el Modisto. A ver qué tal…!
Gracias por pasarte por este rincón de 'difusión divertida del Patrimonio' y participar.
Un saludo,
Libe