Si hay un plan arquitectónico disfrutón es la Biennale di Architettura di Venezia. Porque además del extra de inspiración, conocimiento y actualidad, Venecia siempre es un buen destino pese a su masificación (muy terrible) y ese aire a parque temático que está tomando.
DE IGLESIA A CONTENEDOR DE ARTE
… nunca se llegó a finalizar la ejecución, al menos en las fachadas, ejecutadas mediante fábrica de ladrillo pero sin la colocación del acabado final de mármol. […]
Es evidente que, de haberse finalizado, la imagen actual sería mucho más imponente, pero es muy interesante poder ver el proceso constructivo que utilizaban y lo que se encuentra bajo la “piel” de obras tan imponentes como puede ser la Basílica de Santa María de la Salud, esta sí, obra de Andrea Palladio.
San Lorenzo abrió nuevamente sus puertas en 1984 como uno de las sedes de la Bienal, donde el arquitecto Renzo Piano construyó un anfiteatro temporal de madera en su interior para el debut de la ópera Prometeo del compositor Luigi Nono. No en vano, la iglesia ya tenía antecedentes como ‘lugar de música’ ya que Vivaldi ensayaba aquí todas sus arias con las monjas de clausura (había una convento adyacente a la iglesia).
PABELLÓN de MÉXICO 2012: «Arquitectura y Construcción»
vía arquine, autor Juan José Kochen
La fachada de colores, tal y como apuntó Miquel Adriá, curador de la exposición corresponde:
«forma parte de cierta paleta cromática propia de México, sin caer en lo típico ni lo folclórico, pero sí esencialmente mexicana en la medida que sale de un análisis cromático de artesanías mexicanas que van de los huicholes (indumentarias de este grupo del oeste central de México) a los huipiles de Oaxaca (prenda femenina con adornos). Esas franjas muestran ese valor de la diversidad per se.»
vía stilo.com («Cordiox», Bienal de Arte 2013)
Además de ver esta selección de proyectos, también se podía echar un tímido vistazo a las obras de restauración que se estaban llevando a cabo. Lo cierto es que el interior era espectacular.
¿TRUCO o TRATO? ¿PABELLÓN o RESTAURACIÓN?
La intención era buenísima, pues ofrecía la posibilidad de devolverle una vida al edificio llenándolo de arte, y situaba a México y su cultura en un escaparate de excepción.
Pero, lo último que he leído mientras preparaba este post es que el estado en el que se encuentra la iglesia requiere de una inversión mayor a la prevista, por lo que el pabellón de México se trasladará a la sala de armas del Arsenale y abandonará la Iglesia de San Lorenzo a su suerte.
Fue bonito mientras duró…
¿debemos restaurar TODO, cueste lo que cueste?
😉
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