En esta ocasión, no hizo falta que me fuera muy lejos para disfrutar de una porción de patrimonio hecha con entusiasmo y a base de mucha profesionalidad, que ha sabido darle a la
arquitectura vernácula vasca la importancia que merece. Así que aproveché un plan de
mountain bike que tenía por los alrededores del
Hotel Iriarte Jauregia para visitar el
Caserío Igartubeiti y practicar también turismo cultural, ese que, como sabes, tanto me gusta combinar con deporte, relax o gastronomía.
Igartubeiti, como muchos
caseríos (casa tradicional del País Vasco) ha mantenido una presencia histórica discreta pero con la excepcionalidad de que fue elegido para un exhaustivo proceso de investigación documental, arqueológica, etnográfica y arquitectónica.
En 1992 fue adquirido por la Diputación Foral de Gipuzkoa, y gracias a él se ha obtenido información de primera mano sobre las formas de asentamiento de los labradores, sus viviendas y los modos de vida del pasado.
1. EN EZKIO-ITSASO, ENTRE ORMAIZTEGI Y ZUMARRAGA.
Igartubeiti* se ubica en el valle guipuzcoano de Santa Lucía, un estrecho corredor que sirve de comunicación natural entre la comarca del Goierri y el Alto Urola. Está situado en una plataforma a media ladera (a 80 metros del valle) -ya que en las zonas de ribera la niebla tarda en disiparse- y orientado al sur para recibir el calor directo del sol por las mañanas. Presenta un modelo de poblamiento disperso en ladera pero en las
proximidades de una iglesia con su cementerio.
*beiti: al de Abajo, *Igartua: un topónimo de origen latino que evoca la presencia es este lugar de un gran árbol seco y tieso: yerto (de Iartu)
2. QUÉ ES UN CASERÍO VASCO (baserri) Y SUS TIPOLOGÍAS
El caserío (baserri), como elemento arquitectónico, es la principal y más importante de las herramientas de una unidad de producción agropecuaria. Es una casa, sí, pero en ella los elementos residenciales resultan muy secundarios (15%), tanto en el espacio que ocupan como en la jerarquía de valores y esfuerzo constructivo que se les dedica. El 85 % restante es utilizado como estabulación de ganado, almacén de la cosecha, forraje, artesanía… Vivienda, explotación agrícola, cuadra, máquina, bodega todo al mismo tiempo.
En el caso de Igartubeiti, desde la cocina, desde donde había unos ventanucos para ver la cuadra, se accedía a la habitación principal (no por dimensión, sino por ser ‘la menos fría’). Donde dormían miembros de distintas generaciones… Camas de madera y jergones de hojas de maíz o paja y colchones de lana. Suelos de tarima, muros de piedra y ventanas. Debido al alto precio del vidrio, las veces de ‘cristales’ las hacían unos paños de lino tensados en un marco de madera e impregnados en cera blanca.
Las tipologías de caseríos es una de tantas ‘cosas’ que te gustará aprender (y curiosear) a través de los medios interactivos en el centro de interpretación.
El caserío de Igartubeiti es el único del tipo ‘lagar de viga’ íntegramente conservado. Este tipo también se ha dado en Álava, Castilla, Andalucía, Canarias y Portugal.

La propiedad del caserío vasco se transmitía íntegramente a uno de los hijos de la familia (yo creía que era únicamente al hijo varón, pero leyéndome el libro “Igartubeiti (Gipuzkoako Baserri Bat/Un caserío guipuzcoano)” –que me ha gustado tanto, que lo tengo lleno de post-it-, parece que, aunque esto fuera lo más habitual, no era un requisito. No se repartía entre los hermanos y no se vendía a ‘extraños’.En Guipúzcoa, los padres entregaban el caserío al hijo elegido en el momento en que se casara. Juntos firmaban un contrato ante notario en el que se garantizaba que los padres podrán seguir viviendo, comiendo, bebiendo sidra y sentándose en la misma mesa, a pesar de haber cedido todo el poder a los recién casados. A partir de ese momento es la ‘nueva dueña’ la que repartirá la comida, una de tantas pruebas que evidencia la administración del caserío por parte de las mujeres (matriarcado).
3. CENTRO DE INTERPRETACIÓN.
En el centro de interpretación situado junto al caserío Igartubeiti proponen un recorrido virtual a través de su historia apoyado en teatro virtual, vídeos, relatos, fotografías, audio guías con mensajes sonoros, pantallas táctiles… Sencillo y 100% didáctico… basado en un contenido de gran calidad. Una visita más que recomendable, y para todo tipo de públicos que mezcla cultura, arquitectura, juego, curiosidad y naturaleza.
La bienvenida al Centro de Interpretación te la dará Catalina Cortaberría (vídeo que te sorprende nada más empezar la visita). Ella será la ‘responsable’ de situarnos en su contexto familiar e histórico de 1625 así como en su emplazamiento.
4. RESULTADOS DE ESTUDIOS ARQUEOLÓGICOS.
Según avanza el recorrido establecido de la exposición, las distintas etapas constructivas se van proyectando en la pared izquierda. Se combina con música y breves explicaciones.
Como resultado de los exhaustivos estudios arqueológicos sabemos que los Igartua edificaron el actual caserío en el s. XVI. Se ha encontrado bajo la actual cocina una antigua cabaña medieval construida por materiales perecederos: siendo el primer ejemplar de arquitectura rural localizado en el País Vasco.
Eran los labradores los que derribaban sus propias casas para reutilizar los materiales, aunque la construcción de los nuevos caseríos se dejaba en manos de maestros de obras.
El caserío Igartubeiti fue construido en el s. XVI y
transformado en el s. XVII. La transformación era un reflejo de la
evolución de su modo de vida:
s. XVI: Se trata de una edificación construida en torno y en función de la pieza principal: el lagar.
Todos los caseríos de esa época de Guipúzcoa tenían un lagar. Aun cuando estos suponían un incremento en el costo de las casas y solo se usaban dos semanas al año, nadie renunció a tener su propia sidrería.
El lagar marca el orden estructural (por sus dimensiones), ocupando el eje central. Es un artilugio de madera que ocupa todo el eje del caserío, es un tronco de árbol escuadrado de 10 m de largo y medio metro de sección que actúa como un brazo de palanca accionado por un tornillo cuando se hace presión. Todo este artefacto funciona en la actualidad por lo que todos los años se pone en marcha y se celebra la fiesta de la sidra.
s. XVII: Con la difusión del maíz (1625), los pastos dedicados a la ganadería fueron destinados al maíz, por lo que los animales pasaban más tiempo en el caserío y requerían de más forraje. Debido a esto, el espacio para almacenar heno se fue quedando pequeño en los caseríos.
Por lo que se añadieron sendas crujías laterales a ambos lados del edificio y una crujía delantera dotándola de un frontis, sobre soportal de pilares de roble. Sobre éste un basto granero o secadero cerrado en la planta alta que era
imprescindible para la producción de maíz, con ventanas para facilitar la ventilación y las propias tablas del cerramiento, clavadas al entramado y dispuestas con los cantos ‘a tope’ permitían ventilación (que no hubiese sido
posible con el machihembrado de la anterior fachada).
Arriba, las nuevas dependencias se separaron de la parte primigenia con un entramado cestero con varas de avellano. La ventilación de estos camarotes laterales, adecuados para almacenar la cosecha de frutos secos, manzanas, cebollas… así como para el desecado de pieles, se obtenía mediante unos ventanucos bajos en la cara de levante y a través de los huecos dejados bajo el alero, entre los cabrios y el muro, en la cara de poniente (la más expuesta a la lluvia y al viento frío).
Como has podido ir viendo a la largo del post, la construcción de este caserío nos ofrece continuamente ejemplos de lo que hoy llamamos ‘eficiencia energética’. La arquitectura vernácula, es pues, una gran fuente de técnicas bioclimáticas.
A partir de mediados del siglo XIX, el Caserío Igartubeiti dejó de mantenerse (sus dueños no tenían posibles) y comenzó a deteriorarse notablemente.
5. RESTAURACIÓN y/o RECREACIÓN.
Aunque en un principio la idea era consolidar lo existente, dado el mal estado en el que se encontraba la estructura (principalmente en todas las bases de los pilares y desplome de muros), finalmente se procedió al desmontaje total pieza a pieza: siglado pormenorizado de cada pieza (en las fotografías etiquetas en color azul), desmontaje documentalizado, registro, clasificado y apilado provisional hasta su reconstrucción posterior.
Todo este proceso viene pormenorizado en las pantallas del centro de interpretación, lo que supone un gran valor didáctico desde el punto de vista de la historia de la construcción en madera (a mí me ENCANTÓ).

vía Libro “Igartubeiti (Gipuzkoako Baserri Bat/Un caserío guipuzcoano)”, pág. 115 (Diputación Foral de Gipuzkoa)

vía Libro “Igartubeiti (Gipuzkoako Baserri Bat/Un caserío guipuzcoano)”, pág. 193 (Ramón Ayerza)

vía Libro “Igartubeiti (Gipuzkoako Baserri Bat/Un caserío guipuzcoano)”, pág. 139 (Diputación Foral de Gipuzkoa)

Si bien es cierto que este proyecto peca algo de recreación ‘desmereciendo’ la restauración, no debemos olvidar que el fin último de esta puesta en valor era dar a conocer la vida rural en el s. XVII.
Dicho lo cual, la ambientación toma un papel importante en el resultado final de todo este proceso. Y en algún punto, está fuera de la línea adoptada en la intervención arquitectónica, que llevó a cabo el arquitecto Ramón Ayerza -y que los que hayáis estudiando en San Sebastián conoceréis más que de sobra por Dibujo II…- ;-).Como por ejemplo: dado que no había chimenea, el fuego se encendía sobre el suelo (arcilla impermeable compactada por apisonamiento) y el humo salía por unas ventanitas de tiro colocadas altas para que a las personas no les afectaran las corrientes. Por lo que para que la nueva madera no desentonara con la original, se procedió a la coloración de las piezas nuevas (dificultando así el criterio de distinguibilidad).

Otros detalles, como curiosidades que quizás te guste conocer:
– el nuevo pavimento está hecho con arcilla oscura con aglomerante de cal y porcentaje de excremento vacuno (según color, textura y aroma requeridos) ^__^
– en la musealización se ha evitado cualquier tipo de cartelito para no desvirtualizar la atmósfera del caserío
– iluminación: luz con dos intensidades, sin interruptores y con mando a distancia, además de fibra óptica para la iluminación de puntos concretos.
No me gustaría cerrar el post, sin destacar que el buen contenido de este ‘viaje
virtual que hoy os he ofrecido por el Caserío de Igartubeiti’ es producto de los exhaustivos estudios
previos a la restauración (arqueológicos, arquitectónicos, históricos…), así como
la ponderación de todos sus valores y
sus criterios de intervención. Además del somero detalle con el que han ido
documentando cada uno de los procesos que se han llevado a acabo…
¡FANTÁSTICO!
Normalmente, hago una mera mención a las fuentes consultadas al final del post. Pero es tal ‘el elenco’ de profesionales que ha participado en los estudios y ejecución de este proyecto, y vienen tan bien recogidas sus actuaciones en el libro “Igartubeiti (Gipuzkoako Baserri Bat/Un caserío guipuzcoano)”. Ikerketa, Zaharberrikuntza, Zabalkundea / Investigación, Restauración, Difusión (en el que me he apoyado para la redacción de este post), que bien merece poner nombre y apellidos a tan fantástica labor:
Manu Izagirre como aparejador de la Diputación; Alberto Santana como historiador y ‘expertísimo’ de la arquitectura del caserío vasco y Josu Tellebide como etnólogo.
Como arqueólogos e historiadores Iñaki Sagarzazu (de la Diputación), María José Torrrecilla (actual conservadora de La Encartada), Marta Zabala (actual directora de El Pobal) y Maite Ibáñez.
La restauración /ambientación fue llevada a cabo por Miriam Cano (junto con el equipo de Giorgio Studer). Además de los aparejadores Jesús Laskurain y Luis Aritz; los constructores, Julián Elorza y Jesús Epelde, y del arquitecto Ramón Ayerza (con la colaboración del Laboratorio de Expresión gráfica arquitectónica de la Universidad de Valladolid y de los arquitectos Lorenzo García García y Javier Martín Lapeyra) además del resto de personas que han sido capitaneadas por estos profesionales.
Mención tambien para el equipo que ahora, tiene la no menos difícil labor, de gestionar, difundir y acercarnos a Igartubeiti.
Y si me he dejado a alguien, perdonadme, es fácil que una pierda la ‘consciencia’ entre tanto talento… Gracias a todos por dejar, con todo lo que significada desde el punto de vista del recuerdo, de la arquitectura histórica, de las tradiciones.. a Igartubeiti listo para la posteridad.
Fotos por reharq* en diciembre 2013, salvo las que se indique lo contrario en su leyenda.
Y creemos que la sostenibilidad es un invento del siglo XXI, toma lección!
Cierto, 'lo creemos mal', y que es propia de la modernez y de los más 'defensores del medio ambiante'.
La eficiencia energética nace del puro ingenio, de cómo el hecho de disponer de pocos recursos obliga a construir con cabeza, para consumir menos energía y hogares más confortables. Y Igartubeiti, nos ha dado buena prueba de estas técnicas bioclimáticas…
Nerea, gracias por animarte a comentar. Un FAN de tu calibre ya tenía que haberse dejado ver el palmito por esta sección hace tiempo! ;-P GRACIAS
Hola,
Tengo que reconocer que por mi formación centrada en el Levante peninsular, mis carencias en arte y arquitectura del norte peninsular son bastante acentuadas. Por eso te felicito por este post que me ha sido muy enriquecedor. Saludos,
Helena Román
Hola Helena,
pues tendremos que hacer 'intercambio de arquitectura popular' pues yo cojeo bastante en la del levante… Pero esta es la magia de los blogs, que pueden teletransportarte a otros lugares, a otras arquitecturas, a otras formas de vida… Enriqueciéndote y divirtiéndote!
Gracias por animarte a comentar, ¡un abrazo! 🙂
Libe
Me ha encantado Libe!
Cuánto me alegro, Chus!
Sí que es cierto que ha sido un post más largo de lo normal, pero a mí también me pareció muy interesante como proyecto, por ser inusual, por la profesionalidad, por la exhaustividad de sus estudios, por tratarse de arquitectura vernácula… que no quise dejarme mucho por escribir.
Es un proyecto que merece ser aún más conocido, de hecho está gustando muchísimo entre los lectores.
Abrazos hasta Barcelona,
Libe
Te dije hace unos días que tenia que sacar un rato para leerlo de manera tranquila, pues ya está. Muy muy trabajado, enhorabuena!
Conocía la imagen exterior de estos caserios sobre todo cuando se traslada la típica imagen el paisaje vasco, pero nunca había visto su interior y explicado al detalle. Muchos de los aspectos como estancias, porcentajes de uso, orientaciones me son muy familiares, lo que indica la adaptación al medio y la universalidad de una arquitectura local pero que sus mecanismos imperceptibles se repiten por toda la geografía.
La intervención es sensacional, si bien es cierto que "peca algo de recreación", está más que justificada porque su fin es de musealización del espacio y se realiza con mucho acierto para trasladarte de lleno a este caserio en su origen sin estar en un museo al uso "panelado", pero es el propio edificio quien se explica por si solo con la fantástica restauración/recreación.
Ya por último (como suelo decir a menudo) tenemos el patrimonio, nuestra historia, nuestra cultura, a la vuelta de la esquina y pasa totalmente desapercibida. Es interesante que los que intervenimos de una manera u otra en la construcción conozcamos este patrimonio para valorarlo, protegerlo y aprender de sus mecanismos.
Un abrazo!
(el enlace va directo al face de Arquitectura Popular Manchega 😉 )
Gracias, David! Ha valido la pena esperar tu lectura producto de este pedazo (por largo e interesante) comentario! 😉
Creo que en Igartubeiti se hizo un esfuerzo somero por dar a conocer este tipo de arquitectura que, pese a que nos es cercana a todos, no es tan apreciadas como otras. Y esta apuesta por la recreación/restauración ha sido fantástica.
Como bien dices, es un gran acierto que no sea un museo al uso 'panelado', sino que con sus espacios y materiales logre trasnportarte a la arquitectura y las tradiciones domésticas del siglo XVII.
Gracias, una vez más, por animarte a comentar.
Y merecidísimas vacatas blogueras! Hasta la vuelta, http://arquitecturapopularmanchega.blogspot.com.es/
Viajar es la mejor manera de disfrutar de nuevas experiencias, de la cultura y la historia que puede poseer un lugar y mas cuando estos lugares nos transportan a nuestras raices y nos mantengan tambien en contacto con la naturaleza.