Ahora que mayo está a punto de dejarnos, se va aproximando poco a poco el veranito, vamos pensando en las vacaciones… he recordado que hace mucho que no incluyo
un hotel chulo de esos con hiperencanto en el blog. Dicho y hecho. Hoy déjate llevar a un
hotel chulo en Andalucía: La Botica de Vejer, en uno de los pueblos más bonitos de esta tierra.
Un lugar rebosante de historia vernácula y de paz… a pesar de que mi estancia coincidió con las fiestas del pueblo (por cierto, qué ambientazo y eso que yo no soy nada verbenera -ojo, que sí fiestera-). La Botica de Vejer es, sin duda alguna, un ejemplo del confort y del relax que también nos puede ofrecer el patrimonio.
En esas callejuelas blancas y estrechas olvídate del GPS, dar con
La Botica es cosa de la amabilidad de sus dueños quienes te indicarán cómo llegar a este establecimiento que, estoy segura, te sorprenderá.
Vejer de la Frontera es punto y aparte. Es precioso, situado en una peña, las panorámicas de las que disfrutarás serán alucinantes… Y perderte entre las laberínticas callejuelas que han embebido sus murallas del siglo XV, pura delicia.
TRAS SUS MUROS DE GRAN ESPESOR
Como te decía, este hotel está lleno de historia. Desde finales del siglo XIX y hasta el año 1933 fue la botica de Vejer (de hecho, fue la primera botica). Pérez Galdós, hace referencia a ella en uno de los capítulos de Trafalgar cuando menciona que «alguien sube a Vejer a por medicamentos para los heridos a la Botica del pueblo». Durante la guerra fue cuartel del ejército, y la calle pasó a llamarse «de los cuarteles» por este motivo.
Entre los años 40 y 50 hizo las veces de escuela y en ella, según les ha contado la gente mayor del pueblo a los dueños, repartían bocadillos a los niños en aquellos difíciles años de la posguerra. Después pasó a ser casa de vecinos (un tipo de vivienda tradicional en comunidad y convivencia, que aún persiste en la zona). También hubo un taller de carpintería.
Cuando la idea del Hotel La Botica de Vejer se puso en marcha, el edificio estaba en ruinas salvo la parte de la derecha donde aún vivía una señora mayor.
El patio es la pieza alrededor de la cual se desarrolla todo el proyecto hotelero y donde se puede leer la clara intención de conservar la autenticidad de aquel ‘patio de vecinos’. Esta tipología constituye una arquitectura tradicional nacida como respuesta económica y social a la falta de viviendas o medios económicos. Numerosísimas familias habitaban en las viviendas/dormitorios mientras el patio era el lugar común donde cocinaban, se aseaban y se relacionaban.
Como puedes ver en las fotografías, aún conserva su suelo original de piedra de Tarifa. Como curiosidad, comentarte que se las vieron y se las desearon para, en la actualidad, encontrar este tipo de piedra para sustituir las piezas deterioradas.
En ese afán por recuperar los materiales originales del edificio, destacan también sus anchos muros, sus variados diseños de baldosas hidráulicas (superfan), las carpinterías de madera, las rejas de forja…
La decoración es sencilla, pero impregnada de esa magia que dan los muebles heredados. La limpieza es extrema y los telares tejidos a mano del tradicional alentejo portugués le dan ese toque bohemio (muy fan) a cada estancia.
Por sus orígenes, cada una de sus doce habitaciones, lleva el nombre y símbolo de antiguas escuelas de Farmacia a lo largo de la historia; información que obtuvieron del libro «Tertulia de Boticas Prodigiosas» de Álvaro Cunqueiro.
La azotea es un sitio ideal tanto al atardecer como al amanecer. Aunque también puedes desayunar en el patio, créeme, que allí arriba las tostadas con mermelada saben más ricas aún… 😉
MAR Y MONTAÑA
Vejer está situado junto al parque natural de la Breña y Marismas de Barbate, así como del Parque Natural de los Alcornocales, lugares más que propicios para practicar el senderismo o avistar aves… Además está muy cerquita ‘de ésas playas gaditanas’ en las que te apetece fijar allí tu residencia por siempre jamás y vivir de vender pulseritas… ;-p
La Botica de Vejer es un hotel ideal para alojarte si quieres hacer alguna de estas actividades.
Yo me decanté por hacer una ruta en bici por las Torres Costeras. Contacté con una empresa que organiza deportes de aventura y tuve la suerte de ir a dar con Tini. Un chico saleroso y majísimo que, además de llevar estupendamente su negocio, era autor de un libro sobre las distintas tipologías de patios de Vejer de la Frontera (Dios los cría y ellos se juntan… o eso dicen…) que me leí, me releí y me volví a leer encantada de la vida.

Ahora que ya te he puesto sobre aviso,
¿es o no es La Botica de Vejer como para hacer una escapada?
Apunta para tu próxima visita a Cádiz:
Fotos por reharq* en agosto 2013
Fuentes: por gentleza de Paloma, una de sus dueñas, y Mi casa de revista.
Me encanta Vejer, me encanta el Hotel, me encanta tu Post. Enhorabuena!!
Cuánto me alegro, Juan Miguel!
Yo me declaro fan absoluta de todo Cádiz… de hecho, es uno de los lugares que más post ha inspirado a reharq*! Aún me falta visitar su capital, que espero que 'caiga' este verano!
Vejer es precioso, y este tipo de pueblos siempre tienen ese pequeño hotelito, como la Botica de Vejer, a escala de sus calles, que merece la pena conocer.
Gracias por animarte a comentar.
Un saludo!
Después de leer tu post, me muero de ganas de ir a Vejer! Me visualizo en esa azotea disfrutando de un atardecer caluroso y disfrutando de una caña o un buen vino. Apuntado en la lista de lugares para disfrutar 😉
Hola 'Anónimo' (cachis, qué pena que no hayas firmado para poder dirigirme a ti…)!
Una caña o un buen vino son el complemento perfecto para esa terraza. Las vistas (y la compañía) se encargarán del resto.
Las zonas comunes del hotel, tanto el patio como la terraza, son dos lugares tremendamente acogedores y pensados para la reunión y la tertulia.
Gracias por el comentario!
Hasta la próxima,
Libe
pd: qué bien tener 'una lista de lugares para disfrutar'! Me encanta la idea! 🙂