Lo mejor de la primavera no es que la sangre altera, lo mejor son esos domingos llenos de luz donde cualquier plan se convierte en felicidad absoluta. Cero pereza, coges el coche y en dos horitas te plantas en Comillas, y ‘redescubres’ (porque el descubrimiento genuino fue con 12 años y eso casi ni computa) El Capricho de Gaudí: integración con el paisaje, paz, historia, patrimonio, genialidad, control absoluto del diseño, ‘coqueto’… ¡fantástico!

 

Antes de nada, responderé a la pregunta/pensamiento de ‘¿qué hacía un chico como Gaudí en un sitio como Comillas en 1883?’. Pues bien, un adinerado Antonio López López, Primer Marqués de Comillas, conoce en Cuba a la catalana Luisa Bru (cuya familia está muy bien avenida con los Güell), se casan y viven en Barcelona.

Posteriormente se trasladan a Comillas, donde encargarán el proyecto del Palacio Sobrellano al arquitecto Joan Martorell quien, a su vez, encargará el diseño de sus muebles a Antoni Gaudí… el resto de la historia, ya os lo podéis imaginar… 😉 En 1883, Máximo Díaz de Quijano, otro adinerado de Comillas, le encargará a Antoni Gaudí una casa de verano junto al citado Palacio, al que llamarán Villa Quijano; y a la que hoy llamamos, El Capricho.

 

 

¡espero que disfrutes del reportaje!
El-Capricho_fachada-princip

El Capricho es una de los primeras obras de Gaudí (con tan solo 31 años de edad), coetánea de la Casa Viçens, y una de las pocas, junto a las de Astorga y León, que se encuentra fuera de Cataluña. Es considerado Monumento Histórico desde 1969 y Bien de Interés Cultural en 1977. Este mismo año dejó de ser propiedad de la familia del Marqués de Comillas, desde entonces ha tenido doce propietarios diferentes.

En la década de los 80, el arquitecto cántabro Luis Castillo fue el encargado de acometer las obras de restauración, que consistieron fundamentalmente en: sustitución de viguetas, vigas, cabezas, reparación de cubiertas, tratamiento de las maderas, reposición azulejos de La Bisbal (Girona), acristalamiento del invernadero.

El-Capricho_invernadero
Invernadero que era, en origen, un jardín tropical donde el Marqués cultivaba plantas exóticas traídas de sus viajes…

 

El-Capricho_muro-contención
Los bancos hacen las veces de muros de contención (práctica que repetiría más tarde en sus obras), y los contrafuertes son rematados por macetas.

 

El-Capricho_jardin-herradur
El jardín, con forma de herradura, vuelve a dejar de manifiesto la influencia  de la arquitectura oriental.

 

El-Capricho_cueva
La gruta, cavidad que más tarde repetirá en sus obras y que está conformada con piedras colocadas a hueso (no ligadas con mortero), es un espacio donde poder refugiarse de las altas o bajas temperaturas mientras se contempla El Capricho.

 

El-Capricho_fachada
El uso de la forja será constante (su padre era herrero y estaba muy familiarizado con este material). Estos ‘bancos balcón’, colocados de espaldas al paisaje, servían para contemplar el edificio.
Sillería, ladrillo visto, cerámica policromada, hierro forjado y naturaleza.
El-Capricho_entrada

La entrada principal, con un templete de columnas de piedra, sobre el que colocará un ‘minarete’ que será rematado por una cúpula (preludio de ‘las chimeneas’ con sello gaudiano).

 

Si por fuera te enamora y te divierte, por dentro de atrapa: luminosidad, preciosos artesonados de madera, los colores de sus vidrieras, calidez…
Se palpa el esfuerzo en la distribución, en función del movimiento del sol y de los distintos uso de las estancias. Podría decirse que es una casa que gira ‘en torno al sol’, de ahí la existencia de girasoles como elemento decorativo constante.
Si ya conocías El Capricho seguro que estás conmigo en que es fascinante.
Si, por el contrario, este post ha servido para acercártelo, me alegro enormemente.

¡Va por ti, Ama!:

Estas imágenes son del Día de la Madre de 2013. Así que me tomo la licencia de dedicar este post a mi madre, que en cuanto descubrió que había retomado el blog, se puso a leer todos los posts anteriores presa de la emoción. Ella es así.
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A mí también me encantará leerte. También vía mail o en twitter.
Fotos por reharq* en mayo 2013.

 

10 comentarios
  1. Anónimo
    Anónimo Dice:

    Escapada clásica donde las haya. En los últimos años la he repetido bastante, pero la verdad es que no he entrado nunca. La última vez que estuve había que pagar por verlo. Lo habían vallado casi por completo para impedir la vista desde el exterior 🙁
    Y sí, coincido: es fascinante!
    EvaPla

    Responder
    • Libe_reharq
      Libe_reharq Dice:

      Cierto, cierto, hay que pagar una entrada, no recuerdo si 3 ó 5 euros. Por otra parte, no hay mucha gente, está muy cuidado, te dan una folleto bastante completo, y hay un vídeo muy interesante (y bien hecho) sobre la historia del edificio.
      ¿Y Comillas? una maravilla! 🙂

      Gracias Evapla por comentar!

      Responder
  2. Chus
    Chus Dice:

    Me encanta Gaudí.Libe…No sé si tienes un libro ya descatalogado llamado El pensament de Gaudí, te gustaría mucho. por cierto, plantate algún dia en Bcn y vamos al Parque Guell y visitamos la casa de la calle Caolinas,que es privada aún y no la he visto nunca por dentro!

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    • Libe_reharq
      Libe_reharq Dice:

      Y a mí! En 2012 además de hacer un posgrado en la UPC sobre patrimonio y rehabilitación, hice un intensivo (cámara en mano)de Gaudí por Barcelona… pero la casa de la calle Carolina me quedó pendiente! 😉

      Así que es más que probable que Gaudí vuelva a aparecer en el blog.

      Es una gozada tener, una vez más, un comentario tuyo en el blog.

      ¡Muchísimas gracias!

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    • Libe_reharq
      Libe_reharq Dice:

      ¡Qué bien verte por aquí, Eva!
      He visto tu post, superinteresante… No sabía yo que Domenech i Montaner tenía también obras en Comillas. Por lo que veo, Comillas reúne a parte de la 'flor y nata arquicatalana'…

      Celebro que hayas encontrado el reportaje "super completo". Muy agradecida. 🙂

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    • Libe_reharq
      Libe_reharq Dice:

      Muchas gracias, Carlos.
      Tu lugar de trabajo no está nada nada mal… Muchos (todos, en realidad) querrían una oficina como esa… 😉
      Actualizo todos los martes y jueves, con post sobre patrimonio y otros 'temas culturales divertidos', serás superbienvenido siempre que quieras.

      Un saludo,
      Libe

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