LaFPAbrica, sede efímera de las actividades complementarias de la Semana de los Premios Princesa de Asturias, no siempre fue un espacio “de moda” que alberga instalaciones artísticas, conciertos o ponencias como la del arquitecto Shigeru Ban. También fue un lugar clave en la historia militar del país. “¡¿Oviedo tiene un pasado industrial, ho?!” Quizás te preguntes con sorpresa. La respuesta es sí. La Fábrica de Armas de La Vega es, además del más antiguo e importante patrimonio industrial de la ciudad, uno de los mejores conservados en su temática.

Basta un paseo por sus ordenadas calles, bajo las hojas de otoño, para darse cuenta de la necesidad de hallar nuevos usos compatibles con la protección del conjunto. Pienso en las mil y una vidas que aún debieran vivir los edificios mejor conservados. Amplios, bellos… y húmedos. Como la propia Vetusta y la historia que albergan. Aquí se fabricó material bélico para las principales contiendas de la segunda mitad del XIX y de la Guerra Civil.

En ocasiones, las industrias son el reflejo de los recursos de cada territorio. Asturias era rica en mineral de hierro, madera y carbón, materiales clave para la fabricación de armamento. Así, en 1859, se produjo en la Fábrica de Armas de la Vega la primera arma (para los más curiosos: el fusil de avancarga de pistón monotiro del calibre 58) y la producción se extendió hasta 2012.

 

LAFPABRICA Y SU REÚSO EFÍMERO DESDE 2018

El solar de la Fábrica de Armas de La Vega ocupa unas 12 ha, con casi 6 ha construidas. Su reúso como LaFPAbrica ha dado la oportunidad de adentrarnos en ese lugar que veíamos deteriorarse tras la barrera.

Conocer este entorno patrimonial ha permitido apreciarlo desde el conocimiento y comprobar que conjuga historia, cultura industrial, urbanismo, arquitectura (también incluye un claustro barroco del monasterio benedictino que se transformó en almacén)… Además de un valor intangible como es la memoria del trabajo, aspecto del que en reharq* somos fan confesos y del que dimos buena cuenta aquí: Fábrica Harino Panadera, Boinas La Encartada o Salinas de Añana.

Cuando uno reserva cualquier actividad dentro de la oferta cultural de la LaFPAbrica la advertencia es clara: “espacios industriales acondicionados temporalmente. Imprescindible llevar ropa de abrigo para cualquier evento al que acuda”. Pero por aquí ya estamos acostumbrados a añadir sensaciones extras a las visitas: ¿recuerdas cuando nos fuimos a la ópera en un garage?

Así que, superado el orbayu , uno sabe cuándo entra a La Fábrica de Armas de la Vega, pero no cuándo sale. Vas para un evento en concreto, pero atrapado por el continente, la experiencia es de esas que se alargan en el tiempo. Durante todo el recorrido de la factoría, se palpa que se diseñó un espacio urbano agradable y no una fábrica al uso.

Lo que tiene el conjunto de la fábrica de armas que no tiene cualquier polígono industrial moderno es una estética y una historia únicas. […]De hecho, las fachadas del conjunto no dejan ver la actividad fabril que se daba en el interior, son las cubiertas de los edificios las que delatan al conjunto., tal y como apunta con mucho acierto Carmen García de Ceca Tolosa en su trabajo fin de grado.

 

LA VIDA EN LA FÁBRICA DE ARMAS DE LA VEGA

Además de diseñar, fabricar y montar cada arma, se desarrolló toda la infraestructura necesaria para el día a día de los trabajadores y sus familias. A finales del siglo XIX se construyeron en el interior del recinto una biblioteca, una central eléctrica propia, botiquín de medicina, economato para sus trabajadores y cirugía para posibles accidentes.

foto vía LFPabrica (espacios acondicionados para la Semana de los Premios Príncipe de Asturias)

ESCUELA DE ARTES Y OFICIOS, CONTINUACIÓN DEL LINAJE (1928 – 1992)

Con el paso del tiempo, evolucionó el tipo de armas que se construían, lo que condujo a la especialización en su fabricación. Así, en 1928, se inaugura la Escuela de Artes y Oficios. Tal era la exquisitez que se logró en la formación, que no solo preparaba a los estudiantes como auxiliares de la industria militar, sino que les cualificaba para otras materias (ebanistería, curtición, diseños industriales varios…).

Entrar a la Escuela de Artes y Oficios de la Fábrica de Armas de la Vega no era sencillo. Solo ingresaban a la escuela unos 30 alumnos por curso, la formación duraba 4 años, de enero a diciembre -con siete días de vacaciones en verano y diez en Navidad- y lo normal era comenzar con 12 años.

Además, en este pabellón la empatía juega un lugar principal pues, en mayor o menos medida, todos podemos ponernos en los zapatos de aquellos aprendices 😉

foto vía El Comercio

 

Al acceder al edificio se respira una atmósfera singular propiciada por diferentes elementos decorativos como la techumbre (realizada a base de escayola policromada que resultaba más económica que la madera) o el pavimento a base de baldosas hidráulicas de Garret, Rivet y Cía.

Este hall da paso a lo que fue el taller, donde se realizaban las prácticas con diversa maquinaria, un espacio diáfano y de gran luminosidad.

Durante la Semana de los Premios Princesa de Asturias no se permite visitar el piso superior, pero en palabras de Manuel Antonio Huerta Nuño: Unas magníficas escaleras de madera dan acceso al segundo piso, donde se situaban los despachos del profesorado, las aulas y la sala de dibujo, cuyas dimensiones y luz, con sus grandes ventanales orientados al sur, hacen de ella un lugar casi mágico.

En las paredes de la escuela, las insignias nos dan pistas de los valores que se inculcaban a los hijos de los trabajadores: “ganarás el pan con el sudor de tu frente”, “no estudies para la escuela, sino para la vida”, “sé consciente de tu ignorancia y así podrás aprender”. En esta línea, rescato otra imagen del complejo, que podemos titular “Amabilidad”:


PERO ¿Y AHORA QUÉ?

¿Qué devenir tendrá La Fábrica de Armas de Oviedo tras ser sede efímera, por última vez, de la Semana de los Premios Princesa de Asturias 2022?

Después de este viaje entre letras y fotografías, es lógico anhelar para el lugar que ocupó la Fábrica de Armas de la Vega un nuevo uso que incluya de forma respetuosa e inclusiva estos vestigios industriales.

Un lugar donde conviva el aprecio por la historia de la ciudad y trascienda a los ovetenses del futuro.

Fotos por reharq* salvo especificación en pide de foto. Octubre 2019.
Fuentes: Diario La Nueva España, diario El Comercio, web Patrimoniu industrial, Asturias engancha – servicios turísticos, TICCIH – España y TFG «Un análisis de la Fábrica de armas de La Vega».
0 comentarios

La sección de comentarios es toda tuya

A mí también me encantará leerte.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *