Hay un mix de cosas que hace que la visita a Getaria sea de
lo más agradable. Todos quedamos encantados y felices tras el poteo por sus
calles inclinadas, su puerto y ese ambientillo… que llega al culmen de la
felicidad, una vez degustado un rodaballo a las brasas. Y claro, bajo ‘este
embrujo’, es lógico que veas lo que veas te encante… Lo mismo un concierto de
txalaparta que el Museo Balenciaga. Porque mira que es difícil encontrar a
alguien al que este museo (el edificio en sí) le haya disgustado…

Pues es tu día
de suerte, quien te escribe es uno de sus detractores. Allá voy… 😉

 
panorámica getaria



Por una lado, creo que el proyecto museístico de la
colección permanente y las piezas a exponer son brutales
. Por otro, el museo se
me antoja ENORME, porque ‘está lleno’ de espacios vacíos (lo que es ‘el vacío’ de
toda la vida, no en plan ‘rollo minimalista’) y los recorridos de la exposición
no son naturales, continuamente tienes que pensar ‘qué acabo de ver-qué es lo
siguiente’. Pero el mayor ‘pero’ que le veo, es la desvinculación del museo a
la figura de Cristóbal Balenciaga
, mediante la escasa  relación entre el museo y el Palacio Aldamar.


Y es que esta fue la sensación que me transmitió el
edificio:
1. Parte de un emplazamiento espectacular. Los dueños del
Palacio de Aldamar ceden el edificio  y
sus tierras (con unas vistas espectaculares) para el museo, ya que los inicios
de Balenciaga estuvieron vinculados a la familia propietaria del Palacio.
2. Ajenos al punto 
número 1, construyen  un
macrocontenedor (el museo) que lo mismo podía ‘ponerse’ en Ámsterdam que en Abu
Dhabi. O en Tennessee.
3. Pese al punto número 1 y a consecuencia del punto 2,
intentan relacionar (quizás un poco tarde) ambos volúmenes con más bien poco
acierto…
Además, no sé cual sería el uso idóneo del Palacio
(en la actualidad exposición temporal), pero el expositivo no: la mayoría de
los huecos cegados, despliegue de escaleras mecánicas en unas dimensiones mínimas,
y ‘cero’ sensación de encontrarte en el LUGAR donde Cristóbal Balenciaga
comenzó su andadura en la moda.
 
casa y palacio aldamar_balenciaga
Al menos, en el exterior del museo, la diferencia  entre lo nuevo y lo viejo, es de fácil lectura. Si bien es cierto que quizás el visitante
no conozca con exactitud la relación del palacio con el museo, intuye que ’algo’  existe. Una vez que entras, bye-byeTe teletransportas a cualquier museo, para
cualquier persona,  en cualquier lugar
del mundo.

 
Pero que no decaiga, eh? La visita es más que recomendable,
sobre todo por su contenido: unas piezas únicas, el súmmum  de la elegancia.
Por cierto, parece que el
New York Times, también ha caído en las redes del ‘embrujo’ (ver primer
párrafo de este post)
y recomiendan Getaria (clic) como uno de los 46 lugares a
visitar en el 2013. Olé!

pd: GRACIAS (tan enormes como el museo…;-) a todos los que habéis difundido mi blog y a todos los que habéis invertido parte de ese bien tan apreciado llamado ‘tiempo’ en daros un garbeo por el blog. Muchas, muchas gracias. 😀

En reharq* no practico ni creo en ‘el corta-pega’. Valoro los trabajos de investigación, las fotografías y las opinones de los demás como si fueran las mías. Por eso siempre, nombraré y recomendaré la fuente, en el caso de que me base en material que no sea de mi propia autoría. ¡Haz tú lo mismo si compartes contenidos de este blog! 🙂
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